El ilusionista presenta mañana su espectáculo «El viaje de tu vida»
Entre sus hazañas figuran su fuga de Alcatraz, haber hecho desaparecer la Estatua de la Libertad, haber atravesado la Gran Muralla China o haber levitado por encima del Gran Cañón del Colorado. David Copperfield ha devuelto a la magia el sentido del espectáculo que le otorgaron artistas como Houdini. A partir de mañana estará de nuevo en Madrid, donde cierra su gira española.
(ABC. Año 2000)
Entre sus hazañas figuran su fuga de Alcatraz, haber hecho desaparecer la Estatua de la Libertad, haber atravesado la Gran Muralla China o haber levitado por encima del Gran Cañón del Colorado. David Copperfield ha devuelto a la magia el sentido del espectáculo que le otorgaron artistas como Houdini. A partir de mañana estará de nuevo en Madrid, donde cierra su gira española.
Será porque los magos no revelan sus secretos y eso le ha convertido en un hombre de palabra breve, pero el caso es que cuesta arrancarle las respuestas a David Copperfield. En el momento de esta conversación se encuentra en Zaragoza, penúltima de las plazas de una gira por España que le tiene ocupado desde el 20 de mayo, y con la que ha visitado ya La Coruña, San Sebastián, Barcelona, Granada, Valencia y la capital aragonesa. El Palacio de Deportes de la Comunidad acoge a partir de mañana las cuatro últimas actuaciones de su último espectáculo, «El viaje de tu vida». Al otro lado del hilo telefónico se escucha una voz oscura y cordial. Se adivina a su dueño relajado, y no hay variación alguna en el tono de sus respuestas. Eso sí, todas llegan tras unos instantes de reflexión.
David Copperfield asegura que se encuentra muy a gusto en España: «El público español se diferencia de otros en que muestra una mayor pasión en sus reacciones. Se implica en el espectáculo: grita, llora, aplaude. Yo me siento muy a gusto trabajando aquí. Espero poder volver dentro de muy poco».
CINCO AÑOS DE TRABAJO
La desaparición de trece espectadores es, dice Copperfield, el plato fuerte de «El viaje de tu vida», en el que el mago reconoce haber invertido cinco años de la suya. «Hay pocas sensaciones tan maravillosas como la que se siente cuando se ve el asombro de la gente, cuando se consigue despertar su ilusión y su extrañeza. Por eso hemos querido hacer un espectáculo donde la gente participe más y donde mi relación con ellos sea mayor. Es increíble ver sus reacciones, sus caras».
Aunque, puestos a hacer desaparecer, lo que de verdad siente Copperfield es «no poder hacer desaparecer el hambre del mundo, ni tampoco a esa gente empeñada en llenarnos de violencia».
Cincuenta personas necesita David Copperfield junto a él para levantar el telón cada día. «Es una producción a la altura de cualquier espectáculo de Broadway. El público está acostumbrado hoy en día a las grandes superproducciones cinematográficas de Hollywood llenas de efectos especiales, a la televisión, y hay que hacer un esfuerzo mucho mayor para competir con estos medios y para lograr crear ilusión en alguien que está a sólo unos metros de distancia. Pero es un reto que acepto encantado porque la satisfacción del resultado final es también mayor. Además, es necesario subir el listón cada vez más, porque el público pide más y yo estoy obligado a dárselo. Mi responsabilidad ante el público crece cada día que me subo al escenario».
David Copperfield lleva desde los doce años en el mundo de la magia, una actividad que le ha llevado a ser nombrado leyenda viva por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. De sus hazañas, el propio Copperfield destaca la fuga de la cárcel de Alcatraz, que llevó a cabo en 1987. «Quizás ha sido el más difícil de los trucos que he realizado», confiesa el ilusionista.
La relación que David Copperfield mantuvo durante varios años con la modelo Claudia Schiffer supuso un empujón en la popularidad del mago, con el consiguiente reguero de rumores y noticias que se generan en torno a estos personajes. «Nunca me han preocupado demasiado todas estas habladurías, y ahora tampoco me preocupa mucho lo que digan los demás. Lo único que de verdad me importa es mi familia y la gente a la que quiero». Sin embargo, David Copperfield ha abierto en su página web un apartado en el que responde a varias cuestiones sobre su vida privada. «Quienes me conocen saben que tengo mucho sentido del humor, creo que es fundamental en un mundo como éste. Y es la única manera de hacer frente a esos rumores, aunque a veces tengan muy poca gracia. Porque hay gente que cree todo lo que se escribe y todo lo que se publica; desgraciadamente, la estupidez vende periódicos».
MUSEO
David Copperfield, que ya se encuentra embarcado en la preparación de un nuevo espectáculo, tiene también entre manos dos proyectos. Uno es el de su Museo Internacional y Biblioteca de las Artes del Ilusionismo. «Me siento muy orgulloso de este museo. Hemos podido rescatar el legado de grandes figuras y colecciones muy importantes». Creado en 1991, el museo contiene unas ochenta mil piezas, que incluyen quince mil libros de magia. Además de los objetos que el propio Copperfield ha logrado recoger a lo largo de los años, el museo se ha enriquecido con distintas colecciones, entre ellas la que Harry Houdini donó a la Mullholland, donde se encuentran, por ejemplo, los cilindros originales en los que Edison grabó, en 1914, la voz del mítico mago, y que son sus únicas grabaciones conocidas. Entre las «joyas» del museo, Copperfield destaca el baúl de la metamorfosis de Houdini, el truco de la sierra de Orson Welles diseñado para Rita Hayworth, los accesorios de Channing Pollock o la correspondencia entre Houdini y Kellar.
PROYECTO MÉDICO
También se nota satisfacción en la voz de David Copperfield cuando se le pregunta por Project Magic, un programa que integra magia y medicina. «Llevamos ya quince años con este proyecto, que me ha dado desde entonces muchas satisfacciones. Se trata de aplicar la práctica de la magia a la rehabilitación de personas con problemas físicos o psíquicos de muy distinto diagnóstico. Ya se lleva a cabo en 1.100 hospitales de treinta ciudades de todo el mundo». El centro de este Project Magic es el Daniel Greeman Memorial Hospital, «y en el programa colaboran médicos extraordinarios junto a artistas maravillosos».
- HAZAÑAS MÁGICAS
• David Copperfield actuó por vez primera con doce años y, con dieciséis, ya daba clases de magia en la Universidad de Nueva York.
• En 1981 hizo desaparecer un avión rodeado por un grupo de espectadores.
• Un año después lo que hizo desaparecer fue la Estatua de la Libertad de Nueva York, en una gala que fue vista por cerca de cincuenta millones de personas.
• En 1984 levitó sobre el Gran Cañón y dos años más tarde sorprendió a su audiencia al atravesar la Gran Muralla China.
• En 1987 logró su truco más difícil, escaparse de la prisión de Alcatraz, algo que no había conseguido nadie hasta entonces.
• Tres años más tarde sobrevivió al salto en los precipicios de las cataratas del Niágara.
• Casi mató de un infarto a Wayne Gretsky, poseedor de una tarjeta de béisbol de Honus Wagner valorada en más de un millón de dólares, cuando durante una de las representaciones de «Fuegos de pasión» la rompió y la rehízo delante de él.
• David Copperfield ha publicado dos libros: «Cuentos de lo imposible» y «Más allá de la imaginación».
[ABC. 8 de junio de 2000]