sábado, 19 de abril de 2008

30 años de ilusiones - Un truco con la cámara (Camera trick)

A pesar de la antigüedad de esta ilusión, todavía nos seguimos asombrando ante su sorprendente y súbito efecto.



David Copperfield la presentó en el especial de las Cataratas del Niágara, justo después de la genial desaparición de la moto, de la que hablaremos más adelante. Si bien no fue representada durante demasiado tiempo (tan solo fue incluida en las giras The Magic Of David Copperfield [1987-1990] y Magic for the 90's [1992-1994]), no es menos cierto, como decíamos, que estamos ante una ilusión muy espectacular, llena de dinamismo, y en la que tampoco falta el humor.


Tras una entretenida introducción de David acerca de las insistentes preguntas de la gente sobre los supuestos "trucos de cámara" de sus ilusiones, el mago de New Jersey asegura que "hoy, no haremos un truco de cámara. No. Haremos un truco con ella. No es lo mismo...". Así, después de subir una gran cámara de televisión y a su respectivo cámara, Tim White, sobre una plataforma, este comienza a enfocar a David, cuya imagen aparece en una pantalla gigante ubicada en la parte derecha del escenario, de manera que el público no pierda detalle de cuanto sucede. Y al compás de Wang Chung y su Hypnotize me, Copperfield y sus ayudantes ocultan la cámara (y a Tim, obviamente) en el interior de una caja hecha a medida. A través de un orificio practicado en uno de los laterales de la citada caja, el cámara podrá seguir grabando los movimientos de David sobre el escenario. El mago bajará hasta la zona del público y realizará un gag cómico, mientras sigue enfocado en todo momento por la cámara que, gracias a los ayudantes, irá siendo desplazada por el escenario sobre las ruedecillas de la plataforma.

Cuando David vuelve al escenario se coloca frente al agujero de la caja a través del cual se efectúa la grabación y, colocando su mano sobre este al grito de "que todo el mundo mire esto... ¡No van a creerlo!", podemos apreciar cómo se difumina la imagen en la pantalla gigante, hasta desaparecer completamente la señal. Acto seguido, Copperfield y sus ayudantes abren la caja e, inexplicablemente, ya no hay rastro de Tim ni de la cámara sobre la plataforma, sino una fina nube de humo provocada por la desaparición de ambos.

Tras la ilusión, David nos muestra un vídeo humorístico en el que la cámara y Tim han reaparecido en lo alto de un edificio... Bromas aparte, lo cierto es que estamos ante una ilusión con una puesta a punto bastante costosa. Quizá por ello, el mago norteamericano y su equipo decidieron dejar de representarla a mediados de los 90.

En cualquier caso, se trata de un efecto muy bien elaborado, que nada tiene que envidiar a otras creaciones mucho más famosas del célebre mago. Aunque actualmente haya quedado un poco en el olvido, siempre vale la pena disfrutar con desapariciones tan inverosímiles como esta. Una obra maestra más del gran ilusionista de New Jersey.

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