Si en el especial titulado Encuentro Explosivo David Copperfield nos sorprendió con la espectacular aparición de la moto en la caja de las sombras, en esta ocasión el mago estadounidense sobrepasa todos los límites, y para empezar el especial de las Cataratas del Niágara nos invita a acompañarlo en su "paseo" con la Harley.
Se trata de otra de las ilusiones más famosas y representadas por David. Como decíamos, La desaparición de la moto (o Motorcycle Disappearance) es la ilusión que da comienzo al especial número 12, por lo que estamos ante uno de los "platos fuertes" en la carrera del ilusionista de New Jersey. En el vídeo, con doblaje en español, os ofrecemos en exclusiva el inicio de aquel especial y la entrada de Copperfield en el escenario, además de la ilusión completa y sin cortes.
Las giras en que fue representada son las siguientes: The Magic Of David Copperfield (1987 - 1990), Radical New Illusions (1991 - 1992), Magic for the 90's (1992 - 1994) y Journey of A Lifetime (1999 - 2000). En esta última (El viaje de tu vida), y como os comentábamos hace algunos días, nuestro amigo Michael_N tuvo el privilegio de contemplar la ilusión en directo y disfrutar de una de las desapariciones más aplaudidas del mago norteamericano.
El concepto de la ilusión es el siguiente: tras anunciar un paseo con su moto, David sube a bordo y recorre el escenario hasta llegar a una plataforma preparada por sus ayudantes. Una vez sobre ella, la Harley-Davidson y Copperfield son elevados hasta una altura de 2 ó 3 metros, momento en el que David pasa la mano por encima y provoca una explosión que rodea la plataforma, hasta que esta se abre y queda balanceándose. Cuando el público comprende que la moto y el mago han desaparecido sin dejar rastro, el motor de la Harley comienza a escucharse en la parte opuesta del auditorio, lo que significa que David ha conseguido reaparecer entre la gente tan sólo 4 ó 5 segundos después de su desaparición, algo aparentemente imposible. Tras la aparición, Copperfield abandona la moto y se dirige corriendo hacia el escenario, atravesando las gradas y demostrando la increíble distancia entre el punto inicial (el de la desaparición) y el final (el de la reaparición entre la gente), casi al fondo del recinto.
Si a todo ello le unimos la excelente música del grupo Van Halen y su canción Dreams, no es de extrañar que cada vez que David Copperfield presenta este efecto el público acabe levantándose de sus asientos. De nuevo, un deleite para la vista y una puesta en escena extraordinaria.
Solo nos queda disfrutar...
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